Un comité médico ha desaconsejado este jueves la segunda tanda de 50 latigazos al bloguero saudí Raif Badawi, prevista para mañana viernes. Pero, mientras las autoridades deciden si suspenden o no el castigo, los 50 primeros latigazos –le quedan 950– siguen resonando como 50 gritos contra la incoherencia en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Allí se sienta el Gobierno de Riad, que ha hecho de la represión de toda disidencia una práctica sistemática.
flagelaciónsímbolo del desprecio del régimen saudí por los derechos humanos. un alarmante historial en cuanto a condenas a muerteRaif Badawi no solo ha sido condenado a 1.000 latigazos: también deberá cumplir 10 años de cárcel y pagar 230.000 euros de multa. Su 'delito' fue crear una web de debate social y político para dar cabida al pensamiento laico y liberal y plantear la necesidad de separar religión y Estado.
¿Es un asesino, un delincuente?
segunda tanda de 50 latigazosTras el dictamen médico de hoy,"En vez de prolongar su sufrimiento con sucesivas valoraciones, las autoridades deberían anunciar públicamente el fin de su flagelación y ponerlo en libertad de inmediato y sin condiciones".
Asociación Saudí de Derechos Civiles y Políticos (ACPRA)Cómo el reino silencia a sus activistas de derechos humanos".
Son 11 ejemplos de miembros de ACPRA procesados o encarcelados. Un amplio abanico social e intergeneracional (entre 22 y 78 años) unido por la determinación de defender los derechos humanos. Lo resumía bien Mohammed al-Bajadi al relatar su participación en 2011 en una protesta para pedir la libertad de varios detenidos durante años sin cargos ni juicio: "Un oficial de seguridad me preguntó si tenía familiares encarcelados, y yo le dije que sí, porque 'todos los presos son mi familia'. Él replicó: '¿Quiere reunirse con ellos en prisión?'. Y yo contesté: 'No. Queremos que los liberen'."
Lo contó en las redes sociales... Y fue detenido –otra vez, ya tenía experiencia– al día siguiente.
El escenario represivo se ha acentuado con la entrada en vigor hace un año de la Ley sobre Delitos de Terrorismo y su Financiación. En palabras de Boumedouha, confirma los "peores temores" de Amnistía, "que las autoridades saudíes están buscando una coartada legal para afianzar su capacidad de reprimir la disidencia pacífica y silenciar a los defensores de los derechos humanos”.
Arabia Saudí es el único país del mundo donde no se permite conducir a las mujeres. En imagen vemos a una activista al volante en Riad. © AP Photo/Oct. 26 driving campaign
Las mujeres en Arabia Saudí necesitan permiso de un tutor varón para casarse, cursar estudios superiores, tener trabajo remunerado, someterse a cierto tipo de cirugía, viajar, e incluso conducir. Amnistía Internacional recoge firmas para pedir la puesta en libertad de dos mujeres detenidas por conducir.Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Las mujeres saudíes llevan desafiando la prohibición de conducir desde 1990, y sobre todo desde 2011 con el respaldo de la campaña online Mujeres al Volante. A costa, eso sí, de multas y de detenciones como las sufridas hace un par de meses por Loujain al-Hathloul y Mayssa al-Amoudi, protagonistas de una ciberacción de AI España todavía en marcha. Pero nadie va a pararlas, porque, como contaba a Amnistía una participante en la campaña, conducir “es un derecho de lo más simple y básico, relacionado con nuestra libertad de circulación, que nos empoderará y hará sentir que controlamos nuestra vida”.