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La primera ejecución con guillotina en la historia

Una activista lleva una camiseta con un cartel contra la pena de muerte durante una protesta en Singapur. © Roslan Rahman/AFP vía Getty Images

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La primera ejecución con guillotina de la historia

Por Mireya Cidón (@mnodic), Amnistía Internacional,

Por un mundo sin pena de muerte.

Hoy es el aniversario de una fecha histórica que nos invita a reflexionar sobre la pena de muerte. Desde Amnistía Internacional nos oponemos firmemente a ella en todas las circunstancias y en todo el mundo. Consideramos que la pena capital es una violación de los derechos humanos fundamentales, incluido el derecho a la vida y el derecho a no ser sometido a tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes, y abogamos por su abolición total.

25 de abril de 1792, es guillotinada la primera persona en Francia

En 1789, el médico Joseph Ignace Guillotin propuso un nuevo artefacto para que los condenados a muerte fuesen ejecutados sin sufrimiento y sin discriminación. La guillotina fue diseñada con la supuesta intención de ser una forma rápida y "humana" de ejecutar a una persona condena. Con el uso de esta máquina, Guillotin proponía equiparar las penas entre las distintas clases sociales y hacer que su aplicación fuera más compasiva. Su idea era ampliar el uso de la decapitación, que hasta ese momento era exclusivo de la nobleza, a todos los condenados. Además, buscaba evitar los problemas y fallos frecuentes que los verdugos enfrentaban al usar hachas o espadas, sugiriendo en su lugar un dispositivo que pudiera seccionar la cabeza en un instante.

La primera ejecución fue la de Nicolas Jacques Pelletier, acusado y condenado por robo a mano armada, un delito que en aquellos tiempos se castigaba severamente. Sucedió el 25 de abril de 1792, en la Plaza de Grève de París. Su ejecución no solo marcó el comienzo de una nueva era en la historia de la justicia penal, sino que también encendió un debate sobre la humanidad y la práctica de la pena de muerte que pervive hasta hoy en día.

Desde ese momento, y bajo un régimen de gobierno revolucionario que duraría casi dos años hasta la caída de Robespierre, la guillotina se convirtió en el instrumento –y el símbolo– de la política de Terror durante la Revolución. El total de condenas de muerte y de personas ejecutadas con la guillotina en toda Francia fue de 16.594 personas, de las cuales 2.622 fueron ejecutadas en París, principalmente en la guillotina que se colocó en la actual plaza de la Concordia. Allí fueron ajusticiados también Luis XVI,María Antonieta y el mismísimo Robespierre, tras el golpe de Termidor.

25 de abril de 1792: El día que se utilizó por primera vez la guillotina

Una guillotina del ejército de principios del siglo XX se subastó el 27 de marzo de 2014 en una sala de subastas de Nantes. © Sebastie Sipa Press

La historia de Nicolas Jacques Pelletier, aunque breve y trágica, sigue siendo un recordatorio vívido de esos tiempos tumultuosos y de los cambios radicales que la Revolución Francesa trajo consigo. Su nombre quedó grabado en la historia como el primer individuo en enfrentarse a la guillotina, un símbolo de una época que, con sus claroscuros, estuvo marcada por la lucha por la libertad.

La controversia y el debate en torno al uso de la guillotina nunca cesaron. Aunque se argumentaba que proporcionaba una muerte rápida y sin dolor en comparación con otros métodos de ejecución de la época, muchos cuestionaron su humanidad y su lugar en una sociedad civilizada.

La última persona en ser ajusticiada públicamente mediante este horrendo método fue EugèneWeidmann, el 17 de junio de 1939. El lugar escogido por las autoridades para llevar a cabo la ejecución fue la prisión de Saint-Pierre, en Versalles, donde el acontecimiento causó una tremenda agitación y un gran revuelo entre las personas asistentes, que estallaron en frenesí y llegaron a descorchar botellas de champán en medio del júbilo. Tras su muerte, el presidente de la República prohibió definitivamente las ejecuciones en público, aunque la guillotina siguió utilizándose en secreto y dentro de las prisiones. Después de su uso, se informaba al respecto.

La última vez que se empleó fue en 1977, casi 200 años después de la primera ejecución. Fue en un momento en el que se había desatado un encendido debate sobre la abolición de la pena capital en Francia. La persona condenada fue Hamida Djandoubi, un joven tunecino sentenciado por torturar y asesinar a su novia. En la madrugada del 10 de septiembre de 1977, el convicto fue ejecutado en el patio de la prisión Baumettes de Marsella después de que el entonces presidente Giscard d’Estaing desestimase su indulto.

La pena de muerte se abolió finalmente en Francia en 1981.

El uso de la guillotina. Un debate sobre la pena de muerte

Activistas de Sri Lanka sostienen una pancarta durante una protesta contra la propuesta de aplicar la pena de muerte frente a la principal prisión Welikada, en Colombo, Sri Lanka. © Tharaka Basnayaka/NurPhoto vía Getty Images

Amnistía Internacional y la pena de muerte

La pena de muerte es una práctica que ha perdurado a lo largo de la historia, pero que se enfrenta a una creciente oposición liderada, entre otras organizaciones, por Amnistía Internacional que aboga por la dignidad, la justicia y la abolición de una práctica que considera incompatible con los valores fundamentales de la humanidad.

Desde su fundación en 1961, Amnistía Internacional ha adoptado una postura firme contra la pena de muerte en todas sus formas, en todos los rincones del mundo. Con una red de activistas, investigadores y defensores y defensoras en más de 150 países, la organización trabaja incansablemente para documentar casos de condenas injustas, llevar a la luz pública ejecuciones secretas y abogar por la abolición de la pena capital a través de campañas de sensibilización y lobby a nivel nacional e internacional.

El enfoque de Amnistía Internacional hacia la abolición de la pena de muerte es multidimensional y abarca una variedad de estrategias: desde informes detallados con datos de ejecuciones, denuncias que documentan abusos hasta campañas de presión dirigidas a gobiernos y organismos internacionales.

A lo largo de los años, el trabajo de Amnistía Internacional ha cosechado resultados significativos. Cuando la organización comenzó su campaña global contra la pena de muerte en 1977, únicamente 16 países tenían abolida la pena capital en sus legislaciones. A diciembre de 2022, 112 países habían abolido la pena de muerte para todos los delitos y 9 la habían abolido para los delitos comunes. Sin embargo, la organización reconoce que la batalla está lejos de terminar y continúa instando a todos los países a abolir esta práctica inhumana y degradante. ¿Te unes? ¡Firma contra la pena de muerte y ayúdanos a que sea historia!

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