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Hablemos del “SÍ”: Leyes sobre consentimiento en Europa

Por Amnistía Internacional,

Las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación. Es así de sencillo: no hay zonas “grises”.

Sigue siendo violación si la víctima está bajo la influencia del alcohol o de las drogas; o si ha decidido ir a casa con alguien; o si viste prendas atrevidas. Y sigue siendo violación si la víctima no ha dicho “no” claramente o no se ha defendido.

Sin embargo, sólo en 12 países europeos de los 31 analizados por Amnistía Internacional hay leyes que definen como violación las relaciones sexuales sin consentimiento: Alemania, Bélgica, Chipre, Croacia, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Malta, Reino Unido y Suecia.

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En 12 países europeos la ley dice que el sexo sin consentimiento es violación. © Paul Faith/AFP/Getty Images.

En la mayoría de los países europeos, para que un delito se considere violación, la ley exige que hayan concurrido coacción, uso de la fuerza o amenaza de la fuerza, o incapacidad de defenderse. Pero la mayoría de las violaciones no encajan en estereotipos como el de un “extraño que salta desde los arbustos”. Por el contrario, con frecuencia, las mujeres y niñas son violadas por un amigo o pareja, o tienen una reacción de shock y paralización, por lo que a menudo no se da violencia física.

Sin embargo, gracias a las valientes mujeres, supervivientes y sus aliados, que han compartido valerosamente sus experiencias y han hecho campaña por el cambio, las actitudes —y las leyes— están cambiando en Europa. Dinamarca es el último país de Europa en adoptar legislación que define la violación por la ausencia de consentimiento, después de Croacia.

Amnistía Internacional a apoyado a activistas y defensores y defensoras en toda Europa, y ha cumplido la función que le corresponde a la hora de ejercer presión sobre los gobiernos para que introduzcan reformas. En Grecia, Amnistía influyó directamente en el tenso resultado final de la reforma de la ley mediante iniciativas continuas de trabajo de incidencia y de campaña hasta el último momento y la emisión de una declaración en la que condenaba con firmeza la postura inicialmente problemática del gobierno. Esto mereció la atención de los medios de comunicación, y la consiguiente presión sobre el gobierno de Amnistía Internacional, en colaboración con activistas de los derechos de las mujeres, indujo a los ministros a modificar la ley para cambiar la definición de violación a partir de julio de 2019.

Muchas mujeres valientes supervivientes han compartido sus experiencias y han hecho campaña por el cambio. © Phil Nijhuis

Muchas mujeres valientes supervivientes han compartido sus experiencias y han hecho campaña por el cambio. © Phil Nijhuis

Otros países, como Eslovenia, Finlandia, Países Bajos y Suiza, también están considerando la posibilidad de reformar sus leyes obsoletas para que se basen en el consentimiento. En marzo de este año, el gobierno español anunció un proyecto de ley para abordar la violencia sexual que incluye una reforma de la definición legal de violación para adecuarla al derecho y las normas internacionales de derechos humanos.

A continuación examinamos algunos países europeos donde, gracias al denodado trabajo de campaña dirigido e impulsado con frecuencia por las propias supervivientes, las leyes sobre violación han cambiado para bien en los últimos cinco años.

Dinamarca

El 17 de diciembre de 2020, tras muchos años de campaña por parte de organizaciones de mujeres y grupos de supervivientes, apoyados en todo momento por Amnistía Internacional, el Parlamento danés aprobó finalmente legislación que reconoce que el sexo sin consentimiento constituye violación. El proyecto de ley fue posible tras el acuerdo entre partidos para modificar al Código Penal que se alcanzó en septiembre.

La nueva ley que introduce disposiciones sobre la violación basada en el consentimiento es una victoria histórica para los derechos humanos en el país, donde Amnistía Internacional ha presionado por el cambio. Un informe de Amnistía publicado en 2019 detalla los obstáculos a los que hacían frente las mujeres en Dinamarca para acceder a la justicia en caso de violación.

Confiamos en que Dinamarca, liderada por las supervivientes, pueda dar el paso siguiente para estar a la altura de su imagen de país con igualdad de género y servir de inspiración a otros países de Europa para seguir su ejemplo.

Anna Błuś

Anna Błuś, investigadora de Amnistía Internacional sobre derechos de las mujeres, afirma que las activistas llevaban años luchando para que llegase este momento. La reforma de la ley, que tiene por objeto garantizar que en Dinamarca se respeta y protege la autonomía sexual de todas las personas, es un enorme logro de supervivientes de violación, activistas, mujeres y organizaciones de derechos humanos.

La modificación de la ley es un enorme avance que deberá ir acompañado de cambios institucionales y sociales, además de una educación integral sobre sexualidad y relaciones, inclusive sobre el consentimiento sexual. Confiamos en que Dinamarca, liderada por las supervivientes, pueda dar el paso siguiente para estar a la altura de su imagen de país con igualdad de género y servir de inspiración a otros países de Europa para seguir su ejemplo”, ha declarado.

Suecia

En 2013, Suecia se vio conmocionada por la decisión judicial de absolver a tres jóvenes varones acusados de violar en grupo a una niña de 15 años con una botella hasta provocarle una hemorragia. La sentencia final del juez incluía esta vergonzosa frase: “Las personas que mantienen relaciones sexuales hacen cosas de forma natural con el cuerpo de las demás de forma espontánea, sin pedir consentimiento”.

La sentencia dio lugar al nacimiento de un nuevo movimiento nacional, llamado FATTA (“Entérate”), cuyo objetivo era lograr que la ley reconociese el simple hecho de que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación. Cinco años después, en mayo de 2018, e impulsada por el movimiento global #MeToo liderado por personas de todo el mundo, la campaña logró su objetivo. El Parlamento sueco aprobó por abrumadora mayoría nuevas disposiciones legales.

Casi dos años después de la entrada en vigor de la ley, las autoridades suecas publicaron los resultados de una evaluación sobre su aplicación, que abarcaba todos los casos denunciados, enjuiciados y juzgados en 2019. La nueva ley penaliza el coito y los actos sexuales comparables con alguien que no participa voluntariamente y ha dado lugar a un considerable aumento del número de sentencias condenatorias y, en menor medida, de enjuiciamientos de casos que hace dos años no se consideraban violación en la ley. Entre estos supuestos figuran las situaciones en las que la víctima queda “paralizada” o se ve sorprendida y no tiene tiempo de reaccionar. Se trata de un avance alentador que a la larga debería contribuir a mejorar el acceso a la justicia de muchas supervivientes.

Grecia

Cientos de personas se manifiestan contra la violación, el sexismo y la mutilación genital femenina en Grecia.

Cientos de personas se manifiestan contra la violación, el sexismo y la mutilación genital femenina en Grecia. © Sopa Images

En junio de 2019, Grecia se convirtió en el noveno país de Europa en reconocer en la ley la simple verdad de que las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación, tras un radical cambio de actitud del Ministerio de Justicia.

Después de intensos meses de trabajo de campaña de Amnistía Internacional y grupos de mujeres, el Ministerio de Justicia anunció en junio de 2019 una propuesta de reforma del Código Penal que incluía la definición de violación. Sin embargo, la modificación propuesta inicialmente no era compatible con el derecho internacional de los derechos humanos ni respondía a las peticiones de quienes hacían campaña.

Amnistía Internacional intensificó sus iniciativas de trabajo de incidencia y publicó una firme declaración en la que condenaba la propuesta, y al mismo tiempo las organizaciones de mujeres se movilizaron para organizar un acto de protesta en el exterior del Parlamento y criticaron también la propuesta inicial en los medios de comunicación. Los medios de comunicación internacionales se hicieron eco de la declaración de Amnistía y de la indignación de las mujeres, lo que difundió aún más el mensaje.

Al día siguiente, el ministro de Justicia cambió radicalmente de actitud y modificó la reforma propuesta, y el sexo sin consentimiento quedó penalizado como violación. El Parlamento aprobó modificar la definición de violación en la ley y la nueva legislación entró en vigor en julio de 2019.

Islandia

Después de años de trabajo de campaña de activistas de los derechos de las mujeres, en marzo de 2018 se aprobó por unanimidad en el Parlamento de Islandia un proyecto de ley que declaraba ilegales las relaciones sexuales con una persona a menos que se tenga su consentimiento explícito. En virtud de la ley, el consentimiento debe expresarse de forma clara y voluntaria.

España

Manifestantes con un cartel que proclama “No es no” en España

Manifestantes con un cartel que proclama “No es no” en España. © AFP/Getty Images

En España, el gobierno anunció en 2019 que tenía intención de modificar la ley para reconocer el sexo sin consentimiento como violación, en respuesta a las protestas generalizadas que siguieron a un caso de violación en grupo de gran resonancia en el que el sistema de justicia le falló a la superviviente. Amnistía Internacional ha hecho campaña aquí también sobre este asunto junto con activistas de los derechos de las mujeres.

En el caso de “La manada”, de gran repercusión mediática, cinco hombres acusados de violación fueron declarados culpables del delito menor de abuso sexual ya que el tribunal de primera instancia no halló en su opinión violencia ni intimidación. Aunque un tribunal superior disintió de esta conclusión y condenó a los hombres por violación, el caso desencadenó protestas y sacó a la luz las deficiencias del derecho penal español, que actualmente no considera violación las relaciones sexuales sin consentimiento si no concurren violencia física o intimidación.

A principios de marzo de 2020, España anunció finalmente un nuevo proyecto de ley sobre respuestas integrales a la violencia sexual, que incluía la reforma de la definición legal de violación para adecuarla al derecho internacional de los derechos humanos y centrarla en el consentimiento. Esta iniciativa fue recibida como una victoria para las sobrevivientes de violación y para las incontables mujeres que tanto han hecho, mediante protestas y acciones de calle, para sensibilizar sobre la necesidad de reformar la legislación, las políticas y la práctica. En el momento de redactar este documento, el proyecto de ley no había sido enviado aún al Parlamento.

Países Bajos

Participantes en un acto de la campaña Hablemos del SÍ de Amnistía Internacional en Países Bajos

Participantes en un acto de la campaña Hablemos del SÍ de Amnistía Internacional en Países Bajos. © Phil Nijhuis.

En noviembre de 2020, el ministro de Justicia y Seguridad anunció la intención del gobierno de modificar la legislación neerlandesa sobre violación, para que toda relación sexual no consentida se defina como violación. En virtud de la ley actual, si no hay evidencia de coacción, el delito no se considera violación.

El anuncio del ministro respondía a las críticas públicas, incluso de Amnistía Internacional, a una propuesta inicial de introducir un nuevo delito, “relaciones sexuales contra la voluntad de una persona”, cuyas penas serían la mitad de las que se aplican por violación. La redacción concreta de la reforma se publicará en el nuevo año.

La importancia de modificar las leyes sobre violación

La modificación de las leyes no erradicará la violación, pero es un paso fundamental en el camino, que transmite un mensaje contundente sobre el tipo de sociedad en la que queremos vivir: una sociedad en la que no suframos violaciones, en la que se respeten y valoren la autonomía sexual y la integridad física de todas las personas.

La reforma de la ley puede ser un punto de partida fundamental para modificar comportamientos y actitudes, pero también debe ir acompañada de esfuerzos concertados para rebatir nocivos mitos generalizados sobre la violación y estereotipos de género.

Si cambian las leyes y garantizan que se deja de culpar a la víctima y se pone fin a los estereotipos de género en los procedimientos judiciales, los gobiernos europeos pueden conseguir que las futuras generaciones de mujeres no se cuestionen nunca si las relaciones sexuales sin consentimiento constituyen violación, y que no duden nunca de que se castigará a los responsables.

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